En el espejo que significo donde oculto mis más
arraigados temores,
he arrancado una imagen que por demasiado tiempo no fue la mía.
Y observo
degluto sin cohibiciones el sentido de mi cuerpo,
descubro que las más oscuras perversiones se han ido
dejando una desnudez cansada de no ser YO.
Me sacio, llena de significados sin lágrimas…
Asquerosa cobardía, confieso…
Cuando me miraba fijamente por más de 2 minutos intuía fervientemente
que de mi infantil rostro surgiría un demonio espantoso,
una vez que lo dejase salir, jamás volvería a re- encontrarme.
Así que mantuve los párpados cerrados.
Enteramente satisfecha entiendo como se dilatan mis pupilas
Volviendo añicos…. el cristal vacío.
Copyrigth 2002© Todos los derechos reservados.